
Slenderman
Erase una noche frÃa, tÃpica de invierno, una cuidad iluminada, nieve por todos lados, y la querida niña Julieta reposada sobre su Sillón, viendo las caricaturas de las nueve. Estaba tomando un café bien caliente para pasar lo que serÃa una noche larga y frÃa, sintió, un frio que recorrÃa como un lÃquido su espina, la cual, la hizo paralizarse. Esta tomó su café rápido, lo que hizo que se quemara su lengua, dejó el café sobre la mesa, y fue a la cocina en busca un vaso de agua helada, al volver, con la lengua en estado frÃo/calor, vio la taza de café tirada en el suelo, y todo lo que contenÃa desparramado de forma rara, esta, asustada, limpió el desorden. HabÃa pasado solo una hora de lo ocurrido, el viento polar azotaba la ventanas, y hacÃa un ruido como un suspiro llamándola, ahora aterrorizada, se fue a dormir A cada paso que daba por el pasillo (que por cierto conectaba el comedor con su cuarto) sentÃa el mismo frÃo por su espinilla. Temerosa, daba vueltas para ver lo que habÃa en sus espaldas. Viendo que no habÃa absolutamente nada, solo un cuadro torcido, prosiguió a ir a su cuarto, cerró la puerta, prendió la luz, y se acostó. Con lo que habÃa sucedido, era obvio que tendrÃa el miedo suficiente para no dormir, luego de una "eterna" lucha por el sueño, lo consiguió. De repente, despertó exaltada por una pesadilla, en la cual incumbÃa a un sujeto alto que la corrÃa en el bosque y que sus manos largas la atrapaba.
Al lado su lado, habÃa una mesita de luz en la que reposaba su querido diario. Pero por algún motivo decidió mirarlo, este contenÃa sus pensamientos de cada dÃa, pero noto algo extraño, algunas hojas estaban arrancadas, en las cual contaba pesadillas que ella que sufrÃa en las noches. En la última hoja notó un signo, este era como una X con un cÃrculo.
Ella no lo habÃa hecho, pensó que como su hermano trabajaba con sus amigos en un clan, este serÃa su signo, sin importancia intentó conciliar nuevamente el sueño, pero notó algo raro. La puerta estaba semi-abierta, Tal vez su madre habÃa llegado, se levantó, y caminó por el pasillo, ese extraño frÃo regresó, pero esta vez lo sintió en todo sus piernas, el viento golpeando la ventana en forma de suspiro, le aumentaba su miedo. Al entrar a living, notó que no habÃa nadie. Prendió la luz del pasillo, e investigó la zona buscando a su madre, escuchó pasos, y la luz del pasillo se apagó de repente, le pareció como una pelÃcula de terror, notó entre la oscuridad una figura gigantesca, acercándose a ella, desde quién sabe dónde, salieron tentáculos agarrándose de los bordes de la paredes, una figura alta, de traje. Aterrada, intentó irse para atrás, topándose contra la mesa, luego se cayó, el hombre delgado se acercaba, su cara era lo que más le asustaba, era un rostro liso, su piel blanca como la nieve, la hacÃa temer, ella vio con sus propios ojos enfrente de ella al sujeto mirándola fijamente. Lo único que se escuchó en el barrio fue un grito. Luego, un silencio que enmudecedor, provocando que los vecinos se levantaran de la noche frÃa. Al dÃa siguiente llegó la mamá, y encontró el estado de la casa en un clima espantoso, en todas las paredes con sangre estaba el signo que Julieta habÃa encontrado en su diario, también habÃa un dibujo del hombre que la ataco con una frase. "You can't Run", un vecino llamado Frank, le informó que su hija habÃa sido llevada al hospital. La madre llegó el hospital y le pidió al médico que le informe su estado, Julieta solo repetÃa la misma frase "You can't run" tenÃa los ojos vendados, ya que sin ellas, ella confundÃa a todos con el atacante, y empezaba a gritar diciendo que la deje en paz. Julieta solo dibujaba la misma figura una y otra vez en su diario, a quien llamó "Delgado", dos dÃas después, desapareció del hospital, con la misma figura en la pared. Nunca fue encontrada.